La otra cara de la luna by Claude Lévi-Strauss

La otra cara de la luna by Claude Lévi-Strauss

autor:Claude Lévi-Strauss [Lévi-Strauss, Claude]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 2011-01-01T00:00:00+00:00


EL GRITO DEL PRÍNCIPE MUDO

Este ha sido un preámbulo largo, pero no podía prescindir de él si quería que el lector compartiese un poco la sorpresa que me causó un incidente que era preciso ambientar y del que debía recrear primero el clima.

Iheya-jima, donde viven aproximadamente mil quinientas personas, posee lo que nosotros llamaríamos una casa de la cultura que ni siquiera podríamos soñar en una ciudad de veinte mil habitantes: inmensa, provista de medios audiovisuales de última tecnología, y, como todos los espacios públicos en Japón, en un estado rigurosamente impecable gracias a las mujeres de la limpieza con sus ineludibles guantes blancos. Nosotros compartíamos uno de los dos albergues de la isla con unos obreros que trabajaban en el puerto. Una noche nos telefonearon de la casa de la cultura para invitarnos a un ensayo de cantos sagrados para una ceremonia anual (que después de aquella sesión nos ofrecieron ver grabada en el magnetoscopio). Cuando llegamos, no había casi nadie porque todos los miembros del conjunto eran pescadores o agricultores que, nos explicaron, solo podían acudir una vez concluida la jornada de trabajo. Fueron apareciendo, uno tras otro, seis o siete hombres y mujeres cada uno de los cuales llevaba el shamisen, con la caja hecha de piel de serpiente tensada, que es el instrumento tradicional de la región. Poco a poco los cantos sonaron, mientras a mí me susurraban la traducción. Una canción recordaba la leyenda de un príncipe mudo de nacimiento. Aunque era el mayor, su padre, el rey, había decidido desplazarlo del trono a causa de su defecto, y tomar al menor como heredero. Un cortesano muy apegado al príncipe sufría tanto la humillación de su señor que quiso suicidarse. Cuando iba a perpetrar aquel acto fatal, el mudo recobró súbitamente la voz y le gritó: «¡No lo hagas!». Y como se había curado, sucedió a su padre.

Este relato, que aquellos exóticos campesinos cantaban con una lentitud solemne en una línea melódica muy amplia que repetían varias veces, me produjo una honda impresión. Porque un cortocircuito de la memoria me hizo reconocer en él un episodio de la vida de Creso, tal como lo relataba Heródoto (I, 38-39, 85).

También Creso tenía dos hijos: uno era sordomudo de nacimiento y, según Heródoto, «no existía para él»; al otro, a quien consideraba «su único hijo», lo había perdido. Al margen de su defecto, el superviviente «estaba bien dotado desde cualquier punto de vista». Así, durante una guerra, «cuando se produjo la toma de la ciudadela, un persa se le acercó a Creso con la intención de matarlo y él lo confundió con otro […]. Pero cuando el joven mudo vio al persa acercarse a su padre, el pánico y el dolor hicieron que prorrumpiera en palabras, y dijo: “¡Hombre, no mates a Creso!”. Estas fueron las primeras palabras que pronunció y después conservó el don de la palabra durante el resto de su vida»[23]. A causa de la muerte de su hermano y de su propia curación



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.